jueves, 3 de julio de 2014

Hotel Monaldi


Coloridas  baldosas
de diferentes marrones
formaban su patio.
 Su estructura interna
de maderas crujientes,
tal vez eran las almas de
los arboles que aun negaban su tala.

Ese llanto
salpicaba los jardines
de amapolas, malvones y tótems indígenas.
Las guitarras mermaban
el asunto con notas del Altiplano.
Se fundían entre la palabrería
de las radios.
Mientras un altar
hacia culto
a un Sinatra apresado.

 Los turistas,
ni se percataban de esta cuestión
solo comían pan y mermelada
y miraban la caja de cristal.

 

domingo, 29 de junio de 2014

VALPO

Calles suben y bajan.
El Cerro Florida adornado por La Sebastiana,
casa museo Pablo Neruda,
barco que mira al puerto valparense,
desde la Nube,
el escritorio del poeta
o la mesa de los comensales.
Al salir hogares de chapa,
ruinas con nacientes yuyos.
Perro solitario llora al dueño en un balcón.
Plaza ovalada con mosaicos bañada de alcohol.
Un gato se ríe sobre la pared,
mientras las botellas toman sol en la ventana.
Entonces los hombres niño
comen sus mocos en espera del tranvía.
Escondido Museo Cruz,
objetos marinos, teteras, mascaras rusticas
solo comer chorrillana,
manteles escritos
en señal de que uno estuvo allí.
Bajar a la antigua cueva del Chivato
donde el diablo metió la cola.
En el Puerto, 
artesanos y muchedumbre
embarcaciones grises, en señal de ataque.
Y el Pacifico calma los ánimos con su azul brillante.
Tomarse el ascensor El Peral
hacia cerro alegre,
ir al paseo Yugoslavo
y contemplar la bahía
y el Palacio Baburizza.
Caminar hacia el cerro concepción
donde en cada cuadra un mural festeja al color,
el negro reclama con la mirada,
un niño se transforma en diablito,
mientras la pobreza azota sin aviso.
Danzan gatos bermellones,
mientras aparece el paseo Gervasoni;
con sus casas patas para arriba,
el comedor en el ultimo piso,
las habitaciones en el subsuelo,
los murales sobre los techos.

domingo, 22 de julio de 2012

No para todos era una hermosa familia

Los ribetes dorados se confunden con los azules, las maderas crujen al cortar mi comida, es una mesa, sólo una mesa, la del living y escucho la voz de mi hijo: _”La sal, la sal por favor”. Apenas le presté atención, solo le di lo que me pedía, pero continuó hablándome, tenía deseos de ir a buscar a Hernán. Rocé una copa sobre mis labios, saboreé mi vino preferido, creo que fue la manera más sutil para que se diera cuenta de que no quería comentar sobre el tema. Lo único que le dije fue:_”No lo conoces a Hernán, él es así un mes está en Francia, otro en Egipto, ya estuvo bastante con nosotros” y el resto del almuerzo el silencio nos hizo compañía. Hernán Laplace, mi amigo o más que eso, deja cada tanto el hotel El Plaza, su domicilio cuando está acá en Buenos Aires, porque se la pasa de viaje en viaje, se quedó con nosotros después de la muerte de mi esposa. Pero ahora se fue, después de todo algún día se iría. No me tengo que dejarme llevar por la fantasía, no es lo mismo estar casado con otra mujer y aparte compartir un hijo con ella, que vivir en compañía de otro hombre, para la que oprime a las personas con sus incrédulas censuras. El viernes por la tarde serían las siete, llegué a casa después del trabajo, bajé del coche, las rodillas se me doblaban por si solas, no podía mantener mis párpados abiertos. Abrí la puerta, colgué las llaves, guardé mis valijas en el pequeño armario del descanso y cuando me dispuse a subir las escaleras, tropecé con la mirada de Cristián, mi hijo. Solo con sus ojos, cargados de ira, me demostró lo que sentía y me dijo con la voz firme que ya no parecía un chico de doce años: “No te interesas por nada”, frase que me desconcertó por eso no le contesté. Entrecruzaba sus manos como cien veces por minuto, se rascaba la cabeza, quería seguir diciéndome algo pero las palabras no le salían, parecía un tartamudo: “Fu…i al…Pla…za pa…ra. Le dije que se calmara pero no sirvió de nada, así que continué subiendo las escaleras, mi actitud hizo que su voz se tornara clara y precisa, me dijo que había ido al Plaza a ver a Hernán y que no pensaba volver, pero lo que más resonó en mis oídos fue “ya perdiste a mamá, no podes dejar que tu amigo se vaya”. En cuanto a su mamá no pude decirle nada, como hacerle saber a tu hijo que no amaste a su madre. Nuestra conversación terminó, aunque no signifique que fue de la mejor manera, cuando yo le dije:_”Bueno Cristián lo que tu ves como una hermosa familia, Hernán vos y yo, con el tiempo te darás cuenta que tu madre no puede ser un gordo de pelo blanco, que viste túnicas, usa bastón. Aunque lo consideres como si lo fuera, para la gente está mal ser una familia distinta a las demás”. Me miró con sosiego, y se fue para su cuarto, no nos hablamos hasta 3 días más tarde, cuando me pidió que le firmara una mala nota del colegio, lo tenía que hacer, ya varias veces me la falsificó, pero él sabe que no puede hacerse el vivo, sino lo expulsan.

domingo, 12 de febrero de 2012

Un nueva estrella viajando por el cosmos

¿Dónde estarás, mi poeta querido?

Buscando versos en algún planeta perdido.

Tus palabras enredadas entre galaxia y galaxia

Buscando alguna melodía que las pueda acompañar.

Y nosotros tratando de no penar por tu ausencia.

¿Qué vas a hacer?

¿Ponerle margaritas a las estrellas?

¿Llenarlas a ellas de tus cantos dulces y sublimes?

Creo que cada palabra tuya,

hará un eco en los confines del Universo.

Y ya no te sentirás preso,

de la materialidad corpórea

Volarás como nunca hubieras soñado,

prendido en alguna estrella fugaz,

Y estarás brillando, brillando…

domingo, 5 de febrero de 2012

En el sinfín del Universo

Lentamente entendió de que ni su destino estaba prescripto, ni su pasado estaba marcado. Su mente eran grandes cráteres sin sentido, ni conexión. Sólo recordaba algún que otro paisaje y la mirada de alguien significativo. ¿Pero como puede un ser humano vivir sin memoria?
Decidió emprender más viajes, conocer mucha gente. Anduvo por Roma, La Fontana de Trevi, Los canales de Venecia, El Coliseo, atravesó el mar muerto, contempló atardeceres en los Alpes Suizos. Pero leves recuerdos quedaban en su mente. ¿Qué era lo que había sucedido? ¿Por qué no podía retener nada? ¿Por qué no se sentía en ningún lado y en todos a la vez?
En el Mar Mediterráneo, tuvo una revelación, sintió como él era el sendero de sus ojos. Podía estar horas contemplándolo, y ahí si experimentó que había estado toda su vida y desde el principio de los tiempos. Cada oleada le devolvía su pasado en aromas; a sal marina, a pasto mojado, a lava derretida. El ruido del mar abrió sus oídos y escuchó a las ballenas danzar una y otra vez contra las olas.
Entonces se preguntó: ¿Con qué se conectaba su vida; con la palabrería absurda, la vida cotiadiana y los afanes mundanos o con las orcas, las gaviotas por la mañana o las focas? Entendió que en las orcas, las gaviotas, podía encontrar a su verdadero ser, por eso no tenía pasado; le pertenecía a los tiempos de la Naturaleza, a los sinfínes de la Tierra y el Cosmos.

miércoles, 27 de julio de 2011

Misas y Herejes

Por el alma de Don Quijote,
me diste aquella revelación,
cuando tu risa exótica,
venció las barreras del camino.
Envíos, hablaban de flor y truco.
En el patio, tu secreto a la antigua
contó los ratos buenos,
de los perros del barrio.

En el barrio, el guapo lloró en silencio
Y después del olvido,
vinieron tus ofertorios galantes,
repletos de furia, cargados de sueños.
¿Por qué aquellos sermones,
quedaron en el alma del suburbio?

En tus manos desecho el clavel,
tras ser burda tu invitación,
de los ritos en la sombra.
Entre tus acusaciones absurdas,
no sobrevive nada, sólo la murria.

lunes, 28 de marzo de 2011

Jardín Oblicuo

Jardín escondido, sólo de locos soñadores,
desdibuja senderos invisibles.
Transcribe el sentimiento de la gente,
sigue los pasos en ideales inciertos.
Corrompe los pensamientos ingratos,
jardín que derriba fronteras,
jardín que subsiste por la esperanza.
Hábitat de flores gualdas,
camino de luces infinitas.
Jardín habitado, delirantes espíritus.
Lugar de sombras, hechos añicos.
Oblicuos son tus destinos,
tu calles y el propio dolor.
Jardín misceláneo, repleto de furia.
Jardín donde vive Piccaso,
Dalí y el mismo Miró.
Jardín lunático, no reina el abismo.
Convive con la libertad,
rechaza toda soberbia.
Palomas sobre tus arroyos,
invitan hacia la ecología.
Jardín que representa arte
imaginativo, lleno de creatividad.
Jardín montañoso, aterciopelado.
Cárcel de injusticias, penas.
Jardín donde frecuentan,
algunos seres humanos.